Nadie calma como una madre

La lactancia materna y las circunstancias que rodean al acto del amamantamiento son una medida que reduce el dolor que sufren los niños. Ya desde que el ser humano nace experimenta dolor y en muchas ocasiones las medidas naturales para paliarlo son más efectivas que las propias medidas farmacológicas. Así ocurre, por ejemplo, con niños prematuros o con enfermedades que tienen que experimentar métodos diagnósticos o terapéuticos sobre sí mismos que suelen ser dolorosos. Recientemente se ha demostrado que ciertos sabores alivian el dolor de recién nacidos como el de la leche. Incluso el mero contacto con la madre o la succión pueden reducir el dolor que experimentan los recién nacidos. Aunque aún no se conocen con exactitud las causas de este comportamiento, se cree que los mecanismos de opioides endógenos están implicados. Un grupo de investigadores ha unificado los diferentes componentes de la lactancia natural como son el sabor, la succión y el contacto directo con...

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